Por: Majo Cervantes Acevedo
Escribir es una herramienta la cual me ha servido para ordenar mis ideas. Cuando siento que nadie me entiende o me cuesta expresar mis emociones simplemente lo escribo, me hace sentir libre y en calma. A lo largo de mi vida ha formado parte de mí, me ha ayudado y servido en mucho. Antes de escribir me gustaba mucho leer. Mi mamá me compraba libros para leerlos en casa y en mi tiempo libre. Al leer me gustaba imaginar que era una escritora y fue así que empecé a escribir en un pequeño diario que me regalaron. Al principio no lo hacía todos los días, pero después fui siendo mucho más constante, escribía lo más importante de mi día, lo bueno y lo malo, me daba cuenta que me sentía mejor.
Con el paso de los años, cuando en la escuela hacían concursos, me gustaba participar. En Día de muertos, hubo una dinámica para inventar tu propia calaverita literaria, lo cual me encantó porque podía escribir algo creado por mí, usando mi imaginación. Gracias a todo esto, empecé a concentrarme más en la escritura, así como la lectura. En la escuela había una semana dedicada a los libros y a la escritura. Decidí crear un cuento, algo que me apasionaba ya que abría mi mente, creé muchos personajes, escenarios y así, terminé la historia. Se lo mostré a mi maestra, al parecer le gustó mucho y me dejó leerlo a los niños pequeños de la escuela.
Cuando entré a secundaria, uno de las materias más divertidas y emocionantes era Español, porque tenía la oportunidad de expresarme por medio de la escritura, nos informaron que teníamos la oportunidad de escribir un artículo acerca de las drogas. Decidí participar y elegí como tema de mi artículo “El cigarro”, un tema importante para la salud del ser humano haciendo énfasis en las consecuencias que tiene el cigarro en la salud, tratando de hacer consciente a la humanidad. Igualmente, nos comentaron que los tres mejores iban a salir publicados en la gaceta de la escuela, y todos iban a poder leerlo. El mío fue publicado junto con varias personas, algo que me hizo sentir orgullosa y contenta, por saber que muchas personas lo iban a leer.
Al día de hoy no me desagrada la idea de escribir porque es algo que me llama mucho la atención. Seguiré buscando las oportunidades que se presenten a lo largo de mi vida para continuar escribiendo, porque sé que es una actividad que me llena como persona y me hace sentir feliz.