Desde que era pequeña no me llamó mucho la atenciónescribir. Nunca pensé que me iba a servir para algo, tampocome imaginé lo mucho que lo llegaría a necesitar.En 2021, durante la pandemia, me aislé de todo lo relacionadocon la vida social “al final del día, no la necesitaba”. Mis papásno le dieron mucha importancia, ya que siempre me vieroncomo “la niña perfecta”. Les satisfacía que no saliera o tuvierapersonas que me distrajeran del trabajo escolar, o por lo menosasí lo sentía. Lo que no sabíamos era que estaba a punto deentrar en la peor etapa de mi corta vida y nome imaginaba queiba a impactarme tanto, ni tenía idea de cuánto duraría.Todo empezó por algo que yo consideré como una simpledesvelada y poco a poco se convirtió en insomnio.Gradualmente aparecieron ataques de ansiedad y pánico, paraese punto yo tenía claro que había perdido el control. Accionespequeñas e inocentes como morderme los labios, seconvirtieron en todo tipo de autolesiones, las cuales no mehacían sentir tan mal como el hecho de saber que estabadecepcionando a mis papás. No sabía qué hacer, veía mi futuroen negro.5455Empecéaescribirpordesesperación...Por:SofiaVidalFerreira56 57Mi mejor amiga se dio cuenta de lo que me estaba pasando ytiempo después, recibí una libreta suya, sin explicaciones.Siempre supe que las personas decían que escribir ayudaba,nunca lo creí, hasta que una noche llegué al límite, no sabía quéhacer, empecé a escribir todas las cosas que quería gritar,sorprendentemente me hizo sentir como ninguna lesión lo habíahecho. Empecé a escribir por desesperación y al día de hoy nolo puedo soltar